El pasado fin de semana tuvo lugar en el pabellón Príncipe Felipe de San Pedro del Pinatar la Final Four correspondiente a la VI Copa Aficionado FFRM en la que toman parte los equipos de 3ª División y Preferente Autonómica de la Región de Murcia.
El CFS Capuchinos, que defendía título, accedía a la misma después de haber derrotado en cruces directos a un solo partido a C. D. Murcia y a C. D. Fenicia de Mazarrón (ambas disputadas fuera de casa) en dos vibrantes partidos resueltos en los momentos finales y con el ambiente en contra propio de este tipo de eliminatorias.
El sábado tuvieron lugar las dos semifinales, la primera entre el equipo anfitrión, Pinatar Zámbú F. S., y el otro equipo de la localidad, PacoteBar F. S., disputada en un pabellón a rebosar y dividido al cincuenta por ciento entre ambos conjuntos. El encuentro, cargado de intensidad y nervios, acabó con la victoria por 5 a 3 del equipo azul ante el jolgorio de su público y la desolación del organizador, que caía antes de lo previsto y ante el rival con quien comparte pabellón.
En la segunda semifinal el CFS Capuchinos se enfrentaba a A.D. Pueblos Altos de Lorca, un equipo en teoría de menor entidad que había accedido a la final a cuatro después de unos cruces benévolos y con todos los partidos disputados en casa. Ante esta situación supo llevar la iniciativa en el encuentro y dominar el balón minimizando las opciones del adversario. No obstante desperdiciaron numerosas ocasiones de gol (llegando a contabilizarse hasta 7 tiros al palo) y el partido se fue a la prórroga cuando en el último segundo (último literal, sobre la misma bocina) los lorquinos materializaron en gol el único tiro de todo el encuentro que significó el empate a uno ante el delirio del numeroso público que los había acompañado. Después de este desenlace inesperado, en los minutos extra el equipo supo retomar el control y acabó marcando dos goles que le daban el pase a la final.
El domingo esperaba una final difícil, ante un equipo duro y rocoso, un pabellón lleno y un público entregado y entusiasta. Las expectativas de un partido pleno de emoción y buen nivel no iban a defraudar a nadie. Capuchinos planteo un encuentro con una defensa a media pista para neutralizar las contras, que eran la mejor arma del rival y mantener el control del juego con la posesión sin arriesgar pérdidas. El plan dio resultado y el tanto anotado por León concluyendo los primeros 20 minutos estuvo a punto de valer para conseguir el triunfo, pero llegó el empate a falta de minuto y medio para el final. Otra prórroga, donde tuvo más peso el miedo recibir un gol que la necesidad de marcarlo, y el todo o nada que se iba a decidir desde el punto de los penalti.
En los seis metros, tres lanzamientos perfectos de Moisés, Antonio y León fueron suficientes para alcanzar la victoria gracias al tiro al palo del equipo local en el segundo golpeo.
Alegría desbordada entre los jugadores totaneros y el numeroso público que se desplazó los dos días a San Pedro para estar cerca del equipo, y en definitiva, un final feliz en lo que supone el tercer campeonato de copa en cuatro años, con la dificultad que ello conlleva.